La semana pasada fue la semana de acción por los ODS, esta semana se realiza por la conmemoración de la firma de la agenda 2030 el 25 de septiembre del 2015. Este año se cumplen 6 que empezamos este proceso de transformación global hacia una cultura sostenible.
Si en algo tienes interés por las actividades en conservación de la naturaleza, desarrollo comunitario, políticas públicas, y muchas otras habrás notado que donde asociaciones, activistas, empresas, instituciones y gobierno aumentaron significativamente las diversas actividades que suman al cumplimiento de la agenda 2030.
Este año la cantidad de actores que hablan de la sostenibilidad y de cómo estamos avanzando para el cumplimiento de la agenda fue mucho mayor que en años anteriores y resalta un par de cosas que son importantes. Con la crisis climática y la pandemia la percepción de la sociedad hacia las acciones ecosistemas han cambiado, incluso solo por citar una acción el pasado 24 de septiembre en la huella global por el clima 600,000 se dieron cita en Berlín para acompaña a Greta en la manifestación exigiendo acción climática; esta actividad se replicó en más de 80 países del mundo y México no fue la excepción.
Este cambio de actitud hacia el tema de los actores políticos y del desarrollo es un efecto que ya comenzábamos a observar en las elecciones pasadas donde la exigencia a las autoridades para actuar en materia ambiental y ecosistémica eran cada vez más comunes, y esto dejo en evidencia que hay un sector de la población que se encuentra en orfandad de representación política: las juventudes y los actores por la naturaleza.
Este grupo abandonado, sin representación, harto de las simulaciones exige que seamos una sociedad diferente, justa y sustentable, esto ha generado que este grupo antes considerado grupo minoritario sea hoy uno de los grupos con mayor presencia en las sociedades, lo que significa capital político y por lo tanto el florecimiento de los oportunistas del cambio.
Nosotros celebramos que esto este sucediendo ya que significa que ya no es posible seguir ignorando estas exigencias y que atender a esta tribu naturalista se está convirtiendo en prioridad. Es necesario crear nuevos tipos de políticas públicas, legislar en favor de la naturaleza y la sostenibilidad, y obligar a los futuros aspirantes a representantes a ofrecer algo distinto, sostenible, con perspectiva de género, justo y sostenible. El mundo está cambiando muy rápido y la sociedad exige que este cambio sea para bien, solo seamos críticos y objetivos, no dejemos que la pirita de la acción por la naturaleza nos deslumbre y terminemos haciendo simulaciones como tanto se ha acostumbrado.
Seamos esa sociedad que tanto necesitan nuestros ecosistemas, por nuestros hijos y las futuras generaciones, actuemos juntos, en RED POR EL FUTURO.