Los sismos y terremotos son un fenómeno geológico que nos impacta por su fuerza y poder destructivo, aunque no es algo que quisiéramos vivir en carne propia, y mucho menos uno de gran intensidad.

Existen especulaciones acerca de la posibilidad de predecir los sismos y terremotos, basándose principalmente en el efecto de la radiación emitida por el sol en algunos eventos extraordinarios, como las llamaradas solares.

Pero antes de discutir si es posible predecir un terremoto, vamos a analizar la información disponible acerca de los terremotos, y lo que se conoce acerca del trío amoroso que nos hace temblar: la luna, el sol y la tierra.

La luna y las mareas.

Lo primero que debemos saber es que la luna no provoca terremotos, si así fuera, tendríamos terremotos de gran magnitud cada 14-15 días y esto no es así.

No obstante, se ha observado que el 70% de los terremotos a nivel mundial ocurren durante la luna llena o la luna nueva, y que a su paso por regiones sísmicas se detectan micro temblores de magnitud 1 o 2, como pasa en el Valle de California, EEUU, sin embargo, la luna no tiene la fuerza de atracción necesaria para causar una ruptura mayor de las placas y, por consiguiente, un sismo de gran magnitud.

Por otro lado, sabemos que las mareas están controladas por la luna y el sol; aunque la fuerza de atracción del sol es mucho mayor que la de la luna, éste se encuentra muy lejos de la tierra, por lo que la luna es la fuerza de atracción que domina. Esta fuerza de atracción atrae las masas de agua y ocasiona que el agua se acumule en las regiones por donde la luna está pasando. Este efecto es mayor en luna nueva y luna llena, ambos momentos en que la luna se encuentra alineada con el sol y la tierra, combinando sus fuerzas de atracción y, por lo tanto, teniendo mayor efecto en las latitudes medias (cercanas al ecuador), donde pasa la órbita de la luna.

Esta gran cantidad de agua acumulada durante las mareas vivas tiene una masa y, por lo tanto, un peso que ejerce presión sobre la corteza al ser atraídos por la gravedad terrestre. Esto es un factor que se suma a otros y que puede favorecer el aumento de intensidad de los terremotos, principalmente si la placa en la que se ejerce presión es una placa en subducción (que se sumerge por debajo de otra placa).

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El clima espacial y el sol.

La climatología espacial recopila información de las condiciones “ambientales” del espacio y su relación con las condiciones terrestres. La climatología solo se encarga de describir y hacer notar variaciones en las condiciones del medio, no pretende hacer predicciones de fenómenos.

Las condiciones espaciales son principalmente la interacción con el sol y la radiación que emite hacia nuestro planeta. Estas emisiones son de varios tipos, algunos son eventos normales como el ciclo solar y la radiación diaria necesaria para la vida en la tierra y otros son eventos raros como las tormentas geomagnéticas, las llamaradas solares y los agujeros en la corona.

Se ha propuesto que estos eventos raros están relacionados con la intensidad de los terremotos. Todos estos fenómenos emiten radiación hacia el espacio, y en ocasiones impacta directamente a la tierra. Los eventos normales nucleares en el sol emiten fotones a gran velocidad hacia el espacio, esta velocidad es variable e incluye todo el espectro electromagnético, desde los Rayos Gamma, UV, la luz visible, el Infrarrojo y las ondas de radio.

Casi toda esta emisión en desviada por el cinturón de Van Allen, que es el escudo protector electromagnético de la tierra, y parte de esa energía, que es la que logra pasar, es la que se utiliza normalmente en la vida diaria para cosas tan básicas como la fotosíntesis.

El cinturón de Van Allen, es un campo magnético que va de polo a polo, crea un escudo invisible que evita el impacto directo de las emisiones cósmicas y al mismo tiempo sirve de barrera para contener la materia que hay en el planeta, si no los gases y otros elementos se dispersarían hacia el espacio.

Gran parte de esta energía no podemos detectarla normalmente, ya que no es visible, ni produce calor u otra manifestación tangible por nuestros sentidos, pero tiene un papel super importante en la conservación de la temperatura global. Un ejemplo lo tenemos en un proceso llamado radiación invertida, este proceso se da justo antes del amanecer, donde la corteza terrestre emite calor hacia la atmosfera, y esto es debido a la resonancia de la piedra, que es una capacidad que tienen los minerales para captar fotones de alta energía durante el día y emitirlos como energía térmica durante la noche. Este es un proceso natural que ocurre en todo el planeta y permite mantener las condiciones ambientales.

Cuando tenemos eventos raros, se emiten otros tipos de partículas al espacio, esto ocasionado por eventos muy violentos o intensos que generan que los átomos de dividan o se fusionen, liberando algunos de sus componentes, no solo electrones en forma de fotones, si no también neutrones y protones, y en algunos casos núcleos de átomos, como la radiación alfa que son núcleos de helio con dos protones y dos neutrones. Estos rayos cósmicos tienen también una velocidad variable y son tóxicos para la vida, se ha encontrado que pueden afectar al ADN y generación mutaciones. Es importante recalcar que esta radiación cósmica también es producida por eventos no solares y que no son predecibles ni detectables hasta que chocan con el campo magnético terrestre como son supernovas, estrellas de neutrones y agujeros negros.

Pero ¿Cómo puede afectar a los terremotos la radiación cósmica/solar?

Esta es una pregunta que no se sabe bien como ocurre, se sospecha que estos eventos raros que generan una emisión muy alta de energía hacia la tierra pueden alterar la corteza terrestre al aumentar la resonancia, generando que se almacene mayor cantidad de energía y puede generar dilatación de la piedra y aumento en las micro fracturas que, acumulados, pueden ser un evento de mayor magnitud, aunque no se ha comprobado.

¿Entonces si hay evento solar y luna nueva/llena, debe haber un terremoto?

NO, las páginas y aplicaciones que hablan de la predicción de terremotos utilizan estos parámetros para hacer su predicción y aunque si se ha encontrado que, por ejemplo, en el terremoto del 16 de septiembre del 2016 en Chile, con magnitud 8.3, había ocurrido un evento solar un par de días antes y que se registró una marea viva de gran magnitud, y se propone que fueron causas del aumento en la intensidad del evento.

Por otro lado, tenemos que al año hay al menos 24 eventos de marea viva y entre 60 – 200 eventos solares por año. Si así fuera tendríamos una cantidad mucho mayor de terremotos de magnitud alta.

¿En que se basa los sistemas de predicción?

Se basa como ya vimos en que exista un evento solar o de radiación cósmica medido por el índice K entre otros según la clasificación de la NOAA, donde valores superiores a 4 ye consideran de riesgo.

Otro factor importante es que la zona declarada de riesgo se encuentre en una zona sísmica, principalmente donde hay zonas de subducción.

En conclusión, se sabe poco todavía acerca del efecto de las condiciones cósmicas en la tierra, pero se ha visto que, si pueden tener cierto efecto en los terremotos, aunque no son causantes de los movimientos sísmicos como tal, son factores que suman y pueden aumentar el efecto del movimiento, mas no ocasionarlo.

Los eventos de magnitudes grandes se presentan muy pocas veces, un evento de entre 8 y 8.9 de magnitud en escala Richter se presenta 1 por año, y 1 cada 20 años para los de más de 9.

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Acerca del autor(es)

La Predicción de terremotos, ¿mito o realidad?

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