Una de las grandes ventajas de todo lo ocurrido el año pasado incluyendo la COVID 19, la temperatura ambiental en aumento, las grandes tormentas e inundaciones y muchas claras señales de que algo está ocurriendo a nivel planetario es que nos hemos dado cuenta de que somos una ínfima parte de esta diversa comunidad biológica con la que cohabitamos, y que es necesario atender a la conservación de los ecosistemas y de la biodiversidad si no queremos que estos eventos sean algo común en nuestras vidas.

Temas muy importantes han sido olvidados para asegurar la disponibilidad de nuestros preciados recursos naturales y los servicios ambientales que los ecosistemas nos proveen, así tener acceso a estos recursos y servicios en calidad y cantidad que es el canon del desarrollo sostenible y la agenda 2030 aquí en Yucatán, en México y en el mundo. Esto incluye recursos que hemos tratado de insignificantes, pero tan básicos y necesarios para la vida como el agua y el aire. El impacto de las actividades humanas y la acumulación de nuestros desechos está dañando los ecosistemas de manera significativa y cada vez más evidente estando cada vez más cercano ese temido día cero, donde ya no salga agua por la llave de nuestras casas, que la comida escasee y que el aire sea toxico para respirar. Esa es una realidad cada vez más cercana para muchas comunidades y nosotros somos tan engreídos que no le damos valor a esos servicios porque prácticamente no nos cuestan.

Esto no debemos verlo como un problema, sino como una oportunidad para actuar diferente, para ser un una sociedad moderna, inclusiva, justa y sustentable. Es hora de dejar ese modelo verde de promoción que no tienen ningún impacto, más acciones de fondo, colaborativas, con productos y servicios sustentables, claro, sin dejar de seguir plantando árboles y hacer un compromiso por cuidarlo.

Todos somos parte del problema, absolutamente todos, quizá no tires basura o eres vegano, pero mantenernos en esta sociedad genera un impacto, requieres servicios, generación de energía, movilidad, mucho Carbono; pero lo importante es darnos cuenta y comenzar a ser parte de la solución, aceptar nuestro papel como entes contaminantes y neutralizar nuestra huella ecológica, nuestro impacto en este mundo.

La acción climática es una responsabilidad compartida, de todos: Gobierno, Organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles, colectivos, empresas, todos, pero principalmente tu.

Un viernes por el futuro no es suficiente, es demasiado poco, debemos actuar para asegurar que nuestros hijos tengan donde vivir, una vida de calidad, en contacto con la naturaleza, no en un mundo gris, triste y sin vida. Es necesario eliminar toda violencia en la comunidad, no somos juventudes, no somos infancias, no somos tercera edad, somo gran comunidad que convive y cohabita, las brechas creadas solo dividen y para asegurar nuestra supervivencia es necesario trabajar en RED POR EL FUTURO.

Publicado en Punto Medio Peninsular, 3 de agosto del 2021.
https://issuu.com/puntomediomx/docs/peninsular_yucata_n_martes_3_de_agosto_de_2021

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