El 2021 ha sido un año muy difícil para todos, pero también es el año que nos permite ver un poco de esperanza post COVID19. Eventos y acciones que generan esperanza sucedieron y aquí un breve recuento.

El 22 de abril, día mundial de la tierra entro en vigor en México el del Acuerdo de Escazú, un acuerdo internacional para América y el Caribe que reconoce el derecho a un ambiente sano y el papel del activismo ambiental y el acceso a la información para la toma de decisiones climáticas.

El 21 de mayo el G7 se comprometió a detener el financiamiento internacional para proyectos que utilizan carbón para producir energía, y aunque no toca otros combustibles fósiles, el carbón es la energía contaminante con mayor crecimiento. En este acuerdo se presentó como uno de los tristes logros de la COP 26, pero es necesario que resaltar que no participo Rusia, y también es notable la ausencia de la India y China, dos de los principales productores de Gases de efecto Invernadero.

El 8 de octubre en asamblea general, la ONU reconoció el derecho a un ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, la evolución del derecho a un ambiente sano y equilibrado establecido en los acuerdos de Estocolmo de 1972. Este derecho versión 2.0 se reconoce como un derecho transversal necesario para el cumplimiento de los derechos humanos y establece a la agenda 2030 como la herramienta para conseguirlo. Los derechos climáticos son ahora un derecho humano, y la ausencia de mecanismos de acceso a la justicia ambiental y climática pueden ahora ser satisfechas mediante oficinas de derechos humanos, y si, lo mismo para el cumplimiento de la agenda 2030.

El 26 de octubre los 106 alcaldes del estado de Yucatán firmaron el convenio “Yucatán Cero Residuos”, que se presenta como una estrategia que fomenta el manejo integral de los residuos. En este acto se le entrego a los 106 municipios por parte del gobernador y coordinado por la Secretaría de Desarrollo Sustentable los planes de manejo para todos los municipios. Esto hace que Yucatán sea el primer estado de México donde todos sus municipios tengan un plan de manejo de residuos, al menos en papel, ya será cuestión de todos seguir su implementación de manera eficiente y eficaz.

El 28 de octubre, se aprobó por fin la ley de Cambio Climático del Estado de Yucatán y se reconoce el derecho a un ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible, siendo el primer estado de la República Mexicana en reconocerlo. Este reconocimiento debo decir con orgullo que fue una recomendación mía introducida en la ley mediante sesión de trabajo con la comisión de medio ambiente del Congreso del Estado. Fue publicada oficialmente el jueves 4 de noviembre de 2021 mediante el decreto 427/2021.

El 8 de noviembre el gobierno federal mediante decreto publicó el Programa Especial de Cambio Climático 2021-2024 que establece entre otros objetivos el disminuir la vulnerabilidad al cambio climático en la población, los ecosistemas y su biodiversidad. Este programa especial, aunque lento y tarde puede ser uno de los pilares de acción para el 2022, o al menos eso espero.

En fin, el 2021 fue un buen año y aunque la COP26 sentimos que nos quedó a deber se establecieron bases sólidas llenas de esperanza para este 2022. Por lo pronto, nosotros desde la red por el futuro estamos convencidos que así será y los invitamos al evento Yucatán por el futuro que realizaremos del 24 al 29 de enero, más información en nuestras redes sociales. Que nadie se quede atrás.

Publicado en: Adiós al 2021 – Punto Medio

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Adiós al 2021

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