Estamos viviendo una pandemia de COVID-19 que esta afectando las actividades mundiales. Ya sabemos que este virus afecta principalmente a personas con diabetes, hipertensión, obesidad, mayores de 65 años o cualquier tipo de inmunodepresión.
Hemos asociado que este virus “brinco” probablemente de un murciélago hacia el hombre por mecanismos que no están completamente desmitificados, pero por si fuera poco ahora tenemos datos que son preocupantes.
El departamento de Bioestadística de Harvard público un artículo en la revista merdxiv y han encontrado algo que es preocupante.
El coronavirus es mas mortal en ciudades donde hay mala calidad del aire.
Y si, leíste bien, donde hay mala calidad el aire principalmente en partículas menores de PM 2.5, si leíste bien de nuevo, esas pequeñas partículas que tanto preocuparon en la pasada contingencia ambiental en la CDMX.
A nivel mundial existen programas de monitoreo de la calidad del aire donde los gobiernos deben censar diariamente las características del aire en las ciudades. Tan solo en Estados Unidos el gobierno monitorea esta calidad de aire en 3,000 condados, que representan al 98% de la población.
Hay que recordar que el contacto prolongado y constante a estos contaminantes causan algunos de los síntomas y padecimientos relacionados con la muerte por COVID-19.
El estudio consiste en tomar toda esta información de los 3,000 condados, estilo de vida, tiempo de exposición, tamaño de la población, etc, para estimar el impacto de la contaminación en la población.
Los Resultados indican que un aumento de 1 μg / m3 en PM2.5 se asocia con un aumento del 15% en la tasa de mortalidad de COVID-19, es decir que entre más contaminado el aire de una ciudad, mayor será la mortandad.
La exposición prolongada a PM2.5 se relaciona con un aumento de hasta 20 veces en la tasa de mortalidad de COVID-19.
Si, leíste bien otra vez, vivir en ciudades contaminadas y con mala calidad del aire, principalmente altos niveles de PM 2.5 aumenta hasta 20 veces la probabilidad de muerte por COVID-19.
Debemos considerar que la crisis climática y ambiental nos afecta de maneras que lamentablemente cada vez son mas constantes y tangibles. Es momento de exigir el migrar hacia una economía de bajo impacto, menos contaminante y que los gobiernos e industria respeten los lineamientos internacionales de emisiones.
Debemos recordar que a nivel mundial 1 e casa 8 muertes se deben a la mala calidad del aire.
La mala calidad del aire aumenta hasta 20 veces la mortandad del COVID-19
Y ahora pregúntate
¿En mi ciudad monitorean la calidad del aire?
Quizá, al menos por ese lado es un pequeño respiro que las emisiones a la atmósfera se han reducido por la contingencia sanitaria.
Xiao Wu MS, Rachel C. Nethery PhD, M. Benjamin Sabath MA, Danielle Braun PhD, Francesca Dominici PhD
Todos los autores son parte del Departamento de Bioestadística, Harvard T.H. Chan School of Public Health, Boston, MA, 02115, EE. UU.
https://projects.iq.harvard.edu/files/covid-pm/files/pm_and_covid_mortality.pdf