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Prohibición de 35 plaguicidas en México 2025: impacto, salud y agricultura sostenible

Un paso histórico hacia una agricultura más limpia

Celebro el anuncio del decreto presidencial que prohíbe 35 agroquímicos en México. Se trata de una decisión histórica que marca un parteaguas en la política agrícola y ambiental de nuestro país. No es solo una prohibición: es el inicio de una transición hacia modelos más sostenibles, que protejan la salud, el ambiente y al mismo tiempo fortalezcan la competitividad de nuestros productores en mercados internacionales.

1. Contexto de la medida

Tabla de Contenidos

El 3 de septiembre de 2025, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), junto con COFEPRIS, SEMARNAT y la Secretaría de Economía, anuncio la próxima publicación de un decreto que prohíbe la importación, producción, comercialización y uso de 35 plaguicidas altamente peligrosos.

Nunca en la historia del país se había implementado una restricción de esta magnitud. La última acción similar ocurrió en 1991, con la prohibición de 21 moléculas. Hoy, la medida responde a compromisos internacionales (Convenios de Rotterdam, Basilea y Estocolmo) y a una exigencia científica y social cada vez más fuerte.


2. Lista oficial de plaguicidas prohibidos en México (2025)

  1. 2,4 DB
  2. Alaclor
  3. Aldicarb
  4. Azafenidina
  5. Azinfos metílico
  6. Azocyclotin
  7. Bioresmetrina
  8. Bromuconazol
  9. Captafol
  10. Carbofurano
  11. Carbosulfan
  12. Clordano
  13. Clorpirifos-metil
  14. DDT
  15. Diclofop metil
  16. Dinocap
  17. Dinoseb
  18. Disulfoton
  19. Edifenfos
  20. Endosulfán
  21. Fenarimol
  22. Fenitrotion
  23. Fention
  24. Fentoato
  25. Flusilazol
  26. Fosfamidón
  27. Hexaclorociclohexano
  28. Hexaflumuron
  29. Lindano
  30. Metidation
  31. Óxido de fenbutatin
  32. Paratión etil
  33. Quinalfos
  34. Resmetrina
  35. Triclorfon

3. Ejemplos y riesgos documentados

Aunque todos los compuestos de la lista representan riesgos graves, algunos son especialmente conocidos:

  • DDT
    • Daños: Bioacumulación en tejidos humanos y animales; probable carcinógeno; persistencia ambiental por décadas.
    • Efecto: Detectado incluso en leche materna y cadenas alimenticias.
  • Carbofurano
    • Daños: Altamente tóxico para aves, peces y humanos; neurotóxico.
    • Efecto: Asociado a intoxicaciones fatales en jornaleros agrícolas.
  • Endosulfán
    • Daños: Disruptor endocrino; ligado a malformaciones fetales y daños neurológicos.
    • Efecto: Prohibido en más de 50 países; persistente en suelos y agua.
  • Aldicarb
    • Daños: Uno de los insecticidas más tóxicos del mundo; puede causar colapso respiratorio incluso en bajas dosis.
    • Efecto: Detectado en cultivos de caña y cítricos; prohibido en EE. UU. y la UE.
  • Clordano
    • Daños: Clasificado como probable carcinógeno humano; muy persistente y bioacumulativo.
    • Efecto: Usado en maíz y sorgo; prohibido desde hace décadas en gran parte del mundo.
  • Paratión etil
    • Daños: Insecticida organofosforado extremadamente tóxico; afecta sistema nervioso central.
    • Efecto: Relacionado con casos de intoxicación masiva en comunidades rurales.
  • Lindano (γ-HCH)
    • Daños: Persistente, bioacumulativo; efectos neurológicos y cancerígenos.
    • Efecto: Prohibido en más de 100 países; aún usado en algunos pesticidas y medicamentos veterinarios.
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4. Relevancia para la salud y el ambiente

Los impactos de estos plaguicidas han sido ampliamente documentados:

  • Salud humana: neurotoxicidad, afectaciones al desarrollo infantil, cáncer, alteraciones hormonales y daños a órganos vitales.
  • Biodiversidad: mortandad masiva de abejas y polinizadores, afectación a organismos acuáticos, pérdida de fertilidad en suelos.
  • Agua y ecosistemas: contaminación persistente en ríos, lagunas y mantos acuíferos, con bioacumulación en la cadena alimenticia.

5. Implicaciones económicas y de política pública. La transición no está exenta de retos:

  • Impacto inmediato: agricultores que dependían de estos productos deberán adaptarse a nuevas prácticas, con costos iniciales más altos.
  • Beneficio a mediano plazo: México fortalece su acceso a mercados internacionales cada vez más exigentes en inocuidad y sustentabilidad.
  • Volúmenes de uso: México importa entre 60,000 y 80,000 toneladas de plaguicidas al año. Una parte significativa incluye estas moléculas ahora prohibidas. Su eliminación representa un cambio estructural en el mercado agroquímico.

6. El reto de la transición: alternativas disponibles

Para que esta medida sea efectiva, debemos acelerar la adopción de alternativas:

  1. Bioinsumos: bacterias, hongos y extractos vegetales que ya tienen eficacia comprobada.
  2. Manejo Integrado de Plagas (MIP): combinación de prácticas culturales, biológicas y químicas de bajo riesgo.
  3. Agroecología: diversificación de cultivos, barreras vivas, control natural de plagas.
  4. Tecnología digital: monitoreo satelital, sensores y sistemas de predicción climática para reducir el uso de agroquímicos.

7. Competencia desleal y vacío normativo en productos “orgánicos”

Un reto adicional es la competencia desleal en el mercado de productos orgánicos.

Actualmente, COFEPRIS regula plaguicidas y alimentos, pero no contempla una categoría específica para insumos agrícolas orgánicos, bio o ecológicos【web†source】. Esto genera dos problemas principales:

  1. Productores certificados en desventaja: compiten contra productos que se anuncian como “bio”, “eco” u “orgánicos” sin cumplir estándares, lo que genera greenwashing y confusión en el consumidor.
  2. Emprendedores de bioinsumos y tecnologías limpias: enfrentan procesos de registro lentos y costosos al no existir un canal diferenciado, lo que desalienta la innovación y limita la competitividad de soluciones sustentables.
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¿Qué se necesita?

  • Una categoría regulatoria específica en COFEPRIS para insumos agrícolas orgánicos y ecológicos, con un proceso diferenciado y ágil de registro.
  • Una NOM integral que defina insumos permitidos y prohibidos en la producción orgánica, alineada con estándares internacionales (IFOAM, USDA Organic, Unión Europea).
  • Normativa obligatoria de etiquetado, que regule el uso de términos como eco, bio u orgánico y sancione el uso engañoso.

Con estas medidas se evitaría la competencia desleal, se protegería a los productores responsables y se estimularía el surgimiento de nuevas alternativas de bajo impacto.

8. Etiquetado y trazabilidad: hacia una agricultura transparente

El decreto debe complementarse con herramientas que den confianza al consumidor:

  • NOM de etiquetado integral para productos orgánicos.
  • Trazabilidad digital con blockchain: cada alimento debería contar con un historial inalterable, verificable con un código QR, desde la siembra hasta la venta.
  • Beneficios esperados: confianza del consumidor, apertura de mercados internacionales y un valor agregado de 20–40% para productores certificados.

9. Conclusión

La prohibición de 35 plaguicidas altamente peligrosos en México es una decisión histórica que protege la salud pública, salvaguarda la biodiversidad y abre camino a una agricultura más limpia y competitiva.

El reto ahora es triple:

  1. Asegurar la transición con alternativas técnicas y bioinsumos.
  2. Crear normas claras para productos orgánicos y ecológicos que eviten la competencia desleal.
  3. Implementar sistemas de trazabilidad y etiquetado confiables.

México tiene la oportunidad de liderar en Latinoamérica una transformación agroalimentaria que sea justa para productores, transparente para consumidores y segura para el ambiente.

👉 La transición apenas comienza. La prohibición es el primer paso, debemos construir todas las partes interesadas un modelo agrícola sustentable, regulado y confiable, para promover esta transición tan esperada.

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