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La nueva normalidad / fragilidad de la humanidad

Por fin ya vamos a poder salir de nuestras casas y comenzaremos una nueva era, una época post pandemia que se le ha llamado “La nueva normalidad”.

¿En qué consiste la nueva normalidad?

Bueno, la nueva normalidad significa mantener una sana distancia de manera rutinaria, el mantener la higiene como germofóbicos y esperar a que la ciencia médica nos de la buena noticia de que ya existe un tratamiento efectivo, o una vacuna inocua.

Nada volverá a ser igual, empezando por la moda de los leñadores, se acabaron los barbones.

Al parecer estas políticas públicas y sanitarias son correctas y bien aceptadas, tanto que incluso se observa una clara apropiación de este nuevo estilo donde la gente porta cubre bocas y caretas personalizadas, dejando en claro que, si lo voy a usar, será con mi propio estilo.

 

Y listo, esperamos y le ganamos al Coronavirus… ¿verdad?

En la actualidad el hombre contemporáneo y urbano es una mezcla de malas decisiones genéticas y adaptativas, y no tiene nada que ver con nuestra dependencia tecnológica… o bueno si, pero no va por ahí.

 

Todo comenzó el 22 de septiembre de 1928 cuando en un laboratorio desordenado unos hongos intrusos habían destruido un cultivo de Staphylococcus aureus, esto normalmente se destruía por ser un cultivo contaminado incluso quizá había ocurrido en cientos de ocasiones en otros laboratorios, pero los encargados no habían tenido la brillantez de darse cuenta de una cosa que saltaba a la vista… “HABÍAN SIDO DESTRUIDOS”, y porqué importaba, pues por la simple razón que en ese entonces la muerte por infecciones era algo común. Pero bien, regresemos al punto, ese 22 de septiembre Alexander Flemming tuvo la tenacidad de darse cuenta de que este hongo había destruido sus bacterias patógenas y así el mundo conoció a la Penicilina.

 Staphylococcus aureus es una bacteria patógena causante de Infecciones de la piel, sistema circulatorio, Infecciones de los huesos, Endocarditis, Intoxicación por alimentos, Neumonía y el conocido Síndrome del shock tóxico.

 Y aunque el descubrimiento de la Penicilina fue algo fabuloso y como efecto colateral dio ventaja a los aliados para ganar la guerra al dar superioridad táctica por disminuir las muertes por heridas de batalla, también es el inicio de una era nueva para los humanos como especie biológica y, probablemente, no una buena.

Poco a poco más y más antibióticos fueron surgiendo, las medidas de higiene se hicieron comunes, y los avances médicos mejorando y alargando la vida de nuestra especie. Así comenzó una etapa de grandes descubrimientos biomédicos, llevando incluso a pensar que estábamos a punto de ser más rápidos y mejores que la evolución de patógenos.

A excepción de algunas enfermedades de importancia medica como el SIDA y la Tuberculosis, gran parte de las enfermedades ya están controladas, o al menos eso creíamos.

¿Y esto que tiene que ver?

Y como esto no es una novela vamos al grano, en diciembre del 2019 surge un nuevo enemigo, el Coronavirus causante de Síndrome Agudo Respiratorio (SARS) en su segunda edición.

El primer brote de SARS en el 2002 pudo ser contenido de manera eficiente, cosa que no pasó con lo que hoy todos conocemos como la COVID 19 (Coronavirus Disease 2019) o enfermedad por coronavirus 2019.

El virus se extendió de manera acelerada a millones de infectados, cientos de miles de muertos y un pánico generalizado, que para muchos es injustificado, pero no por eso debemos restarle importancia ya que es una enfermedad que ni siquiera ha terminado de establecerse y todo indica que llegó para quedarse

Se critica a la COVID 19 porque a nivel mundial hay enfermedades con mayor mortandad como la Tuberculosis, VIH/SIDA o por cuestiones asociadas a la crisis climática, y esto es cierto.

Entonces llegó el encierro y tuvimos que adaptarnos a una vida llena de sana distancia, ya que la evolución quiso que el SARS CoV 2 fuera especialmente violenta con algunos padecimientos que existentes y presente en gran número de personas, son algo de todos los días como:

Hipertensión

Obesidad

Diabetes

Estos son particularmente importantes porque son enfermedades y/o padecimientos que se pueden prevenir la mayoría de las veces con un estilo de vida más saludable, pero la realidad es que nos ha importado muy poco.

El esfuerzo requerido para sobrealimentar a la población se calcula representa entre el 6 y 7% de las emisiones de carbono del mundo.

Pero nuevamente nos estamos desviando, el Coronavirus también prolifera mejor en individuos inmunocomprometidos y aquí hablaremos de dos tipos:

Los que se encuentran con padecimiento no previsible como cáncer

Y los que son cuestión biológica natural como la edad

Aquí es donde empieza lo bueno, como especie tiene casi un siglo desde el descubrimiento de Fleming que la selección natural nos pasa por alto y esto ha generado una gran acumulación de vicios genéticos.

Los vicios genéticos son genes o artefactos génicos que no funcionan adecuadamente y que en condiciones naturales hay una alta probabilidad de haber sido eliminados por selección natural.

Y finalmente, el ultimo punto… Nuestra inmunidad o capacidad de respuesta a invasiones de agentes biológicos se determina por:

  1. Las infecciones pasadas que se heredan directamente de padres a hijos.
  2. La capacidad genética de tener un sistema inmune óptimo.
  3. La herencia vertical por lactancia y donación de anticuerpos.
  4. Las asociaciones microbianas que nos brindan resistencia cruzada a otros microbios.

 

Este el punto nodal, en el día a día todos tenemos contacto con microorganismos que pueden o no ser patógenos, esto depende mucho de que tan bien nos llevemos con el microbio en la ruleta rusa de la vida.

Estas infecciones constantes de microbios que no causan un cambio negativo en el estado de salud mantienen al sistema inmune en funcionamiento y literalmente nos ayudan a combatir a los microbios “malos” y es aquí a donde viene la nueva fragilidad.

 

La nueva fragilidad

Los protocolos sanitarios de mitigación de la COVID 19 exigen una serie de medidas cautelares para evitar contagiarnos y evitar brotes agresivos de la enfermedad, pero hasta lo que hoy se sabe, los brotes serán constantes igual que la influenza.

Si nosotros maximizamos la higiene para evitar un contagio de SARS CoV 2 también estamos evitando un contagio de cualquier tipo de microbio, lo que disminuiría mucho las infecciones constantes de microbios sinérgicos y esto disminuiría mucho nuestra capacidad de respuesta ante infecciones de microbios que no sean favorables a nuestra salud.

 

Cuantas veces no han escuchado la frase “déjalo que coma tierra, así se va a enfermar menos” y tiene mucha razón la sabiduría popular, en la nueva normalidad, las nuevas generaciones y las presentes podrían experimentar una capacidad poblacional disminuida para sobrevivir a futuros patógenos, la nueva normalidad podría afectar nuestra resiliencia comunitaria.

 

Qué podemos hacer.

La respuesta es muy sencilla:

Mejorar nuestro estado de salud, que obviamente incluye comer más sano, hacer ejercicio y algo muy importante: asolearnos, el asolearse es necesario para el correcto funcionamiento del sistema inmune.

El hacer rutinario nuestra higiene cuando estemos en situaciones de contagio.

Algo muy importante es que debemos cambiar nuestra forma como limpiamos… se calcula que al menos 5 veces más productos de limpieza se están utilizando en el mundo y esto significa mucho impacto ambiental, y si limpiamos con cloro o tantito peor, porque la exposición prolongada al cloro también inmunodeprime y podría hacernos más susceptibles a presentar síntomas severos.

Un poquito de tierra no hace daño.

 

En conclusión

No debemos asustarnos con esto que hemos comentado, pero si es algo en lo que debemos pensar, nuestra dependencia hacia la tecnología es cada vez mayor, hay que esperar por una respuesta medica para el problema, pero no debemos olvidar que es necesario mantener nuestro sistema inmune activo y un estado de salud lo mas optimo posible, no podemos volvernos los ermitaños de la vida, si no evolucionamos en conjunto con nuestro ecosistema algún día podríamos no ser suficientemente listos para sobrellevarlo.

Hay que buscar que las futuras generaciones tengan un desarrollo integral y optimo en un ecosistema seguro y resiliente…

Acerca del autor(es)

La nueva Normalidad (Fragilidad)

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