Hemos entrado a esa época del año que inicia con el buen fin y termina después de navidad. Esta época se caracteriza por presentar una serie de “ofertas” que generan es una gran ola de consumo. Aunque es cierto que se requiere una reactivación económica, esta debe ser una reactivación sostenible y consciente, estrategias de superconsumo no debe ser opción, estas estrategias le salen caras al planeta, pero los síntomas los padecemos todos nosotros, sin excepción.
Ser consumidores responsables es la mejor estrategia personal para combatir el cambio climático y estos frenesís de compras son un perfecto ejemplo de cómo no deberíamos hacerlo. En primer lugar, este estimulo al consumo nos puede llevar a comprar cosas que no necesitamos, teniendo una huella ecológica de producción, transporte y el que ha tenido mayor crecimiento, la huella ecológica por devolución. Tan solo en Estados Unidos se calcula se emitieron en el 2020 cerca de 15 millones de toneladas de CO2 solo por las devoluciones, la misma cantidad de gases de efecto invernadero que producirían 3 millones de automóviles circulando todo el año.
Otro impacto negativo de este frenesí de comercio electrónico es la gran cantidad de residuos, habiendo un aumento en la cantidad de cajas de cartón, bolsas, embalajes, etc., fenómeno que ya habíamos observado por la huella del comercio sin salir de casa por causa de la pandemia.
Por otro lado, tenemos que la mayor cantidad de compras son tecnología y ropa. Recordemos que el sector de la moda es el segundo más contaminante del mundo y tiene un gran impacto ambiental, la tecnología no se queda muy atrás en este impacto global, pero no solo es la compra, sino la sobre compra de artículos que generalmente no necesitamos.
Entonces si nos preguntamos si estos periodos de sobre consumo incluida la navidad son insostenibles, la respuesta es sí, son insostenibles y debemos cambiar la manera en cómo consumimos.
Pero ¿y qué podemos hacer?, pues la respuesta es la misma siempre, ser consumidores responsables e informados, si no lo necesito no lo compro, pero si por alguna razón decidimos comprarlo debemos buscar la alternativa de menor impacto.
Recientemente han surgido campañas de consumo responsable como “navidad sustentable” y el “viernes verde” que en esencia tiene como principio reducir al mínimo nuestra huella de consumidores estimulando la compra a productores locales, artesanos, incluso segunda mano y el reciclaje, estimular la economía circular y de este modo reducir la huella ecológica de nuestro frenesí de compras.
Es necesario recordar que la respuesta es tuya y ser parte del problema o ser parte de la solución es solo cuestión de detenernos un momento a pensar. Disfrutemos de este fin de año y que ya por fin podemos salir un poco a la calle y ver a nuestros seres queridos, abrazarlos, pero hagámoslo de manera responsable, todos debemos ser parte de la red por el futuro.
Publicado en: El buen fin para el planeta – Punto Medio